Soy Emilio Venuti

Emilio Venuti

Hola, soy Emilio, uno de los dos hijos de Umberto Venuti Restauri y Dina Oliva de Venuti, ambos inmigrantes italianos, que llegaron a Venezuela con muchas ilusiones y esperanzas de una nueva vida.

Nací en 1965 en la ciudad de Puerto Cabello, estado Carabobo, Venezuela.  Los recuerdos de mi infancia me llevan a jugar en las calles de «mi Puerto Cabello, pedacito de cielo»,  y uno de mis más divertidos entretenimientos era andar en bicicleta por toda la ciudad. Recuerdo que, en un mismo día, con mis amigos, podíamos irnos a la playa en la bici y luego subir a la montaña de San Esteban para “sacarnos el agua salada” en el río.

Mis padres, inspiración infinita

Mis padres llegaron a Venezuela en 1950 buscando un nuevo comienzo para sus vidas después de la difícil situación en Europa luego de la II Guerra Mundial. Mi padre Umberto, se destacaba en una empresa especialista en hacerse paso en las montañas y construir carreteras, mientras que mi madre, la señora Dina, tenía un talento natural para cocinar, y gracias a ello, luego de varios años decidieron dedicarse a ser comerciantes.

Los avatares de la vida los llevaron a una pequeña ciudad que alberga al puerto comercial y marítimo más grande de Venezuela, Puerto Cabello, ubicado en el estado Carabobo frente al Mar Caribe. En esta hermosa ciudad transcurrió mi infancia y adolescencia. 

Mis recuerdos

El hermoso Puerto Cabello, donde nací y crecí, es una ciudad que tenía de todo y con una sencillez extraordinaria podíamos disfrutar de la naturaleza, y visitar sitios históricos de nuestra época independentista. Visitar el Fortín Solano, o dar un paseo por el malecón cerca del casco colonial donde la famosa Calle Lanceros, llamada así en honor al General José Antonio Páez, a quien recordábamos siempre por su portentoso grito de “Vuelvan Caras“. 

Calle Los Lanceros, Puerto Cabello, estado Carabobo, Venezuela

En aquella calle podíamos encontrar hermosas casas de arquitectura colonial, destacando sus ventanas de tipo andaluz y sus balcones de madera, así mismo, ocasionalmente solíamos visitar el Museo de Historia y Arqueología de Puerto Cabello, donde se podían apreciar artes precolombinas, elementos arqueológicos de los indígenas que habitaban la costa de Venezuela, y armas utilizadas en las guerras de la independencia. 

Una ciudad frente a las costas del Mar Caribe, con un moderno centro refinador de petróleo, y una de las más importantes industrias petroquímicas de la época. En esta ciudad también se erige la Base Naval Agustín Armario, que es uno de los centros militares más importantes del país, las instalaciones de los Diques y Astilleros Nacionales, y una gran variedad de playas maravillosas que en temporada de vacaciones se llenan a reventar por lo conveniente de su ubicación y por sus costas maravillosas.

Mi formación personal y profesional

En 1982 me tocó mudarme a Maracay, en el Estado Aragua, para asistir a la Universidad, aquella “Ciudad Jardín”, era una especie de “pueblo grande”, con gente sencilla y abierta siempre dispuesta a ayudar, y con una gran población de estudiantes universitarios. Allí completé mis estudios de estudios de Ingeniería Electrónica en el Instituto Universitario de las Fuerzas Armadas (IUPFAN).

Calle Las Delicias, Maracay, estado Aragua, Venezuela

Siempre bendecido, pude ingresar a Corpoven, una de las empresas filiales de PDVSA desde 1986, y allí desarrollé durante casi 20 años mi carrera en la industria petrolera venezolana. En el año 2000 culminé mi Magister en Administración de Empresas en la Universidad de Carabobo, y luego cursé el Programa de Formación para Líderes Emergentes en 2004, y el Programa Avanzado en Gerencia en 2005 en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA). Así mismo, pensando en una futura alianza comercial con nuestro vecino Brasil, el coloso del sur, me animé a estudiar el idioma portugués en el Instituto Camoes. 

Fue precisamente en Corpoven (ahora PDVSA), que conocí a Keifran Josefina Vera Pérez, una jovencita con una melena enorme, con unos ojos brillantes y una sonrisa que me atrapó, con ella, después de 3 años conociéndonos, contraje nupcias, y llevamos a la fecha 29 años de feliz y bendecido matrimonio, de esta unión nacieron dos hijos: Emilio Gabriel Venuti Vera y Dina Gabriela Venuti Vera.

Fui presidente del Colegio de Ingenieros del Estado Carabobo (CEIDEC) y en compañía de varios colegas destacados fundamos el Instituto de Estudios Superiores de Ingeniería (IESI), el cual se convirtió en un centro de excelencia educativa para los profesionales de la ingeniería y la arquitectura.

Debo confesar que me encanta dar clases, así que fui profesor de maestría de gerencia en la Universidad Arturo Michelena y en el máster en gerencia de mantenimiento en la UNEFA. Presidente del XIII Congreso Internacional de Ingeniería y Arquitectura. Soy un apasionado del cuidado del ambiente y de los recursos naturales, por lo que me desempeño como miembro de la organización ambiental Funvive Internacional y representante para el Medio Oriente.

Venezolano que ahora es migrante

Así como los avatares de la vida llevaron a mis padres emigrar de su país, me tocó hacer lo mismo en el año 2008, y mi destino fue el Estado de Kuwait, un pequeño país del Medio Oriente, rico en petróleo, y con un potencial energético enorme. Allí, trabajé durante 10 años en empresas de extracción de petróleo, y actualmente coordino un proyecto para mejorar la confiabilidad en la refinería del Reino de Baréin. Todas estas vueltas me han permitido ganar una experiencia laboral interesante en la industria petrolera.

Además de leer, y estudiar, también me encanta viajar alrededor del mundo, y si es con mi familia, mejor.  Ahora, mi hijo Emilio Gabriel Venuti Vera, hoy día es Cineasta, viviendo en Madrid, y mi hija Dina Gabriela Venuti Vera, siguió sus sueños, se graduó de arquitecta, y ahora vive y trabaja en el Reino Unido, en una ciudad costera llamada Plymouth.  Keifran y yo ahora estamos como empezamos, juntos y sin muchachos, pero rodeados de muchísimas personas que nos aman y a quienes apreciamos muchísimo.

Mi nueva pasión, ser escritor

Esta interacción internacional con otras regiones, me han permitido adquirir una visión cosmogónica cultural bastante amplia. Es así, como basado en mis conocimientos de ingeniería, mis experiencias como gerente de empresas e instituciones, y con una intensa sensibilidad y sentido de pertenencia por mi país, he decidido revisar ampliamente conceptos, opiniones e ideas que nos llevarán a aprender de otros países, y aplicarlas para mejorar las condiciones de este hermoso país llamado Venezuela, y sentar las bases para la transformación de otros países que deseen montarse en este gran viaje hacia el futuro.

En el año 2020, después de siete años acumulando información, escribiendo ideas, interactuando con profesionales que tienen el mismo sentir, decidí escribir mi primer Libro: ¡Bienvenidos al futuro!

Ahora, puedo decir que soy escritor, y mi próximo emprendimiento se inicia aquí, en esta página Web, donde me he propuesto generar contenido para mis redes sociales, e impulsar iniciativas de participación para que todas aquellas personas que deseen aportar sus ideas para que podamos ensamblar un gran proyecto, que se basa en que la mejor manera de predecir el futuro es creándolo.

Te invito, a formar parte de esta gran iniciativa, te invito a que leas mi libro, y partiendo de allí podamos interactuar para hacer realidad esa visión, y poderte decir como quien llega a una estación de destino: ¡Bienvenidos al futuro!

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